Tuvimos la suerte de poder asistir al encuentro con el autor "Gervasio Sanchez" en el Centro Andaluz de la Fotografía, donde se realizó la tertulia en una de las salas de la exposición del centro. Para aclarar, me gustaría añadir que nos enteramos de este evento gracias a nuestra profesora Elena Pedrosa, que nos invitó a que asistiéramos alentándonos con que Gervasio no sólo era un gran profesional de la fotografía, sino una excelentísima persona. Al escucharlo, al principio pensamos de forma recelosa, pues uno siempre piensa ''qué va a decir un docente sobre un evento de estas características'' a los cuales luego ellos mismos no acuden (en el caso de Elena, podemos asegurar que asistió a dicho evento).
Pero como comenté anteriormente, acudimos con una idea de lo que esperábamos ver en el autor, y nos sorprendimos con una realidad muy distinta a la esperada. Cuando este fotoperiodista de renombre empezó a hablar de una forma muy cercana, y podría decir que hasta campechana, en vez de parecer un diálogo soez resultó todo lo contrario: Alguien que no vino a escupirnos tecnicismos o expresar su trabajo con palabras finas y verbos sólo usados por políticos, en los que ensalzará su trabajo como artista y su ego como persona. Muy lejos de eso, expresó su indignación hacia la realidad en este país o el trabajo de periodismo que se realiza actualmente.
Gervasio empezó siendo un simple camarero y es algo de lo que jamas se ha sentido ofendido de decir con la cabeza alta, como sus principios en la fotografía, el nunca asistió a un curso de fotografía sino que se compró su cámara y empezó a realizar con ella sus primeros trabajos. Nos contó la anécdota que vivió a manos del fotógrafo y amigo Gill Peres, al que en su juventud le mostró su trabajo y éste lo valoró muy negativamente. Gervasio sintió en las criticas de Gill un gran golpe de realidad, pero Peres añadió a su crítica una serie de consejos constructivos en técnica, equipo y demás. Años más tarde, Gervasio publicó un libro de referencia fotográfica dando la casualidad de llevarlo encima mientras asistía a un evento, al cual Gill Peres también asistió. Gervasio, hablando con él, comentó de su publicación y su amigo le invitó a que le mostrara su trabajo, instantes después, fue corriendo a su habitación a buscar el libro para mostrárselo a su amigo. Sus palabras textuales fueron: "...Hizo una cosa que demostró lo enserio que tomó su lectura, leyéndolo desde el principio y no como hace mucha gente de empezar desde el final, ya que si quisiera que las fotos empezaran desde el final habría puesto ese orden...". También nos comentó y vuelvo a citar textualmente: "...Mientras veía mi trabajo, me temblaron las piernas, pensando en lo que me dijo la primera vez hace años. Cuando lo terminó de ver, me miró seriamente y me dijo: Gervasio, ¡has realizado un libro de referencia fotográfica!".
Hablando sobre su experiencia profesional, nos puso al día en sus metodologías a la hora de realizar una fotografía; no desde el punto de vista técnico, sino práctico. Gervasio, cuando asistía a un lugar como podía ser un entierro de victimas de la guerra: Primero pidió permiso a las autoridades y, hallándose en el lugar de los hechos, prefirió pedir permiso a las familias de las victimas, negándose a fotografiar dicho momento si alguno de los presentes no deseaba que él lo hiciera, pidiendo quedarse a ver como esas familias lloraban y enterraban a sus familiares, se hicieran fotografías o no. Demostrando así el respeto a los protagonistas de sus historias por encima de su profesión.
Hablando sobre su experiencia profesional, nos puso al día en sus metodologías a la hora de realizar una fotografía; no desde el punto de vista técnico, sino práctico. Gervasio, cuando asistía a un lugar como podía ser un entierro de victimas de la guerra: Primero pidió permiso a las autoridades y, hallándose en el lugar de los hechos, prefirió pedir permiso a las familias de las victimas, negándose a fotografiar dicho momento si alguno de los presentes no deseaba que él lo hiciera, pidiendo quedarse a ver como esas familias lloraban y enterraban a sus familiares, se hicieran fotografías o no. Demostrando así el respeto a los protagonistas de sus historias por encima de su profesión.
Cuando terminó la tertulia, tuvimos que acercarnos a felicitar tanto al director del centro, que fue quién presentó al autor, como al mismo autor. Dando a Gervasio la gracias por mostrarnos una visión que creíamos extinta estos días sobre el fotoperiodismo.
Añadir que gracias a Elena Pedrosa pudimos conocer a esta excelentísima persona.
